Como empresarios/as, no solo debemos fijarnos en el producto/servicio que realizamos, sino que debemos prestar atención al área comercial, tenemos que llegar hasta el cliente.
Es muy importante enfocar nuestro negocio hacia el CLIENTE, ya que es él quien realmente sustenta nuestra empresa.
Hay dos factores indiscutibles:
Reflexionar, conocer el mercado y adaptarnos a él
Además de la orientación al cliente, es fundamental elaborar una estrategia y saber siempre hacia dónde nos dirigimos.
2 conceptos claves para definir nuestra estrategia son el posicionamiento y la segmentación:
Debemos elegir la imagen que queremos transmitir de nuestra empresa, los atributos que la definen o los valores que tenemos
¡Cuidado! No siempre es igual la imagen que transmitimos y la que el cliente percibe.
Ejemplos:
¿Qué transmite tu empresa?
Cercanía, respeto al medioambiente, interculturalidad, modernidad, juventud, …
Podemos dirigirnos a todos los consumidores de nuestro producto/servicio o elegir a un perfil determinado (o varios) y centrar nuestros esfuerzos en ellos.
El marketing relacional es:
Una forma de marketing
Una herramienta diferenciadora.