IRATIKO ESKOLA TABERNA – Orbara
Apostando por vivir y trabajar en la Montaña de Navarra
Javi y Sara son dos personas emprendedoras, procedentes de San Adrián, que el verano pasado cogieron la gestión del bar-restaurante, Iratiko Eskola TABERNA situado en Orbara, en pleno valle de Aezkoa.
Su proyecto busca ofrecer el servicio de bar y restaurante a todas las personas que vayan a visitar el valle de Aezkoa, ya que ahora mismo por la zona hay muy pocos lugares donde se pueda comer o tomar algo.
Entre sus platos no faltan la carne y pescado a la brasa y verduras de la Ribera navarra, manteniéndose fieles a sus raíces y sintiéndose como en casa, Javi y Sara han traído consigo al Norte lo mejor de los productos de la Ribera. Y es algo que –dicen– la gente de la Montaña agradece, por ser novedad y porque la calidad es indiscutible. «Nos gusta traer buen producto» señalan. Por eso, en sus menús del día ya no pueden faltar espárragos, pimientos, alcachofas o pochas.
Durante las noches, varían la oferta ofreciendo raciones, platos combinados o huevos rotos.
Además del bar, también cuentan con una pequeña tienda de alimentación donde disponen de productos básicos como huevos, latas, zumos y, por supuesto, conservas de la Ribera. Un servicio extra que abastece a quienes recorren la ruta GR11.
De cara al próximo verano, quieren completar su oferta con la realización de conciertos de música en directo, con grupos de estilos variados y así hacer, que la sobremesa tras la comida, sea más agradable para las personas visitantes y facilitar esta oferta cultural a la gente del valle.
Para su puesta en marcha han contado con el asesoramiento del Servicio de Apoyo al Emprendimiento que CEDERNA GARALUR presta como entidad social de la Red Navarra Emprende cofinanciada por SNE-NL y con la colaboración de Fundación Caja Navarra y Obra Social La Caixa mediante el programa InnovaSocial.
Lo más complicado
Sin duda tomar la decisión de venir a vivir al Pirineo, ya que tienen un hijo de trece años, y les daba miedo que no se adaptara a esta nueva vida ya que el cambio para el ha sido muy grande. Hoy pueden decir que ese miedo quedó atrás ya que tanto ellos como su hijo están muy felices en Orbara y muy contentos de haber dado el paso ya que tanto la gente del pueblo como de la zona les ha acogido muy bien. Los comienzos no fueron nada fáciles, una vez tomada la decisión, tuvieron que acondicionar el bar con una decoración propia, hacer algunos arreglos y preparar la terraza para dar comidas, como anécdota cuentan que echaron a andar el bar-restaurante sin lavavajillas "el pedido se retrasó, no nos llegaba y fueron días de locura. No sé cómo lo hacíamos. A tod@s l@s amigos que venían a visitarn@s, les mandábamos a fregar", apuntan entre risas.
El mayor logro
Haber conseguido que la gente del pueblo vuelva a ver la plaza con alegría y ambiente festivo. Están muy contentos y sorprendidos de la gran acogida que ha tenido la apertura de su establecimiento por parte de la gente de la zona. "Nos hemos sentido muy arropados. Pensábamos que la gente aquí era más cerrada y no es así, nos tratan como si nos conocieran de toda la vida.", reconocen.
Aspiramos a
Sus aspiraciones se basan en intentar realizar todos sus deseos y sus deseos son mantener una estabilidad laboral y económica, y así poder darle a su hijo los estudios que elija y por supuesto poder disfrutar de su familia, viviendo felices allí donde estén. De momento, tienen el contrato firmado con el Ayuntamiento de Orbara para un año mínimo, sin embargo, el negocio del bar-restaurante va funcionando bien y tanto ellos como su hijo, se han adaptado a la vida y a las gentes del Pirineo así que de momento aquí seguirán.
