
AIZAROTZKO OSTATUA – Aizarotz
Apostando por vivir y trabajar en la Montaña de Navarra
Gaizka es un emprendedor que recientemente ha cogido la gestión del Ostatu-Posada de la localidad de Aizarotz.
Se trata de un pequeño bar-restaurante propiedad del Ayuntamiento del Valle de Basaburua, situado en el pueblo de Aizarotz. Es el único bar de esta localidad, y uno de los pocos del citado valle por lo que es un lugar de encuentro entre la gente de los distintos pueblos.
En este establecimiento ofrecen raciones, bocadillos, menú del día y carta, además del servicio de bar. Intentan mantener platos fijos que van variando en función de los distintos productos de temporada.
Abre de martes a jueves de 10:00 a 22:00, viernes y sábado de 9:30 a 1:00, el domingo de 9:30 a 22:00 y el lunes está cerrado por descanso semanal.
Para su puesta en marcha ha contado con el asesoramiento del Servicio de Apoyo al Emprendimiento que CEDERNA GARALUR presta como entidad social de la Red Navarra Emprende cofinanciada por SNE-NL y con la colaboración de Fundación Caja Navarra y Obra Social La Caixa mediante el programa InnovaSocial.
Lo más complicado
Lo más complicado ha sido la falta de experiencia. Gaizka había trabajado de camarero en bares pero no en cocina ni llevando su propio negocio. Llevaba un tiempo mirando locales de hostelería y a través de la Bolsa de Negocios y Actividades Públicas de la web NavarraEmprende dio con la noticia de que el Ostatu de Aizarotz se ofrecía para gestión, cuando lo vio no lo dudo. Le gustó mucho el sitio, el espacio grande que tiene alrededor y las posibilidades que tiene. El Ayuntamiento de Basaburua ofrece este Ostatu en muy buenas condiciones económicas, no cobra canon porque han pasado varias personas y en un pueblo tan pequeño la viabilidad es muy justa. Es una apuesta clara de esta entidad local por priorizar ante todo el ofrecer un servicio a su población. Esto a su vez le permite a él poder ofrecer un buen servicio a precios ajustados.
El mayor logro
El mayor logro es que la gente esté contenta y repita, sobre todo la gente del pueblo. También han notado que viene gente de fuera del valle al monte o a pasar el día y se acercan a comer al Ostatu. La verdad es que abrieron en Semana Santa, y en apenas un mes están funcionando muy bien, de hecho sus fritos ya se han hecho famosos. La idea inicial era trabajar él solo y los fines de semana que le apoyara su padre pero viendo la buena respuesta de la gente y el volumen de trabajo su padre va a empezar a trabajar él a jornada completa.
Aspiramos a
Qué la gente disfrute de su oferta gastronómica, se vaya contenta y repita.