“Queremos llevar el laboratorio de analisis allí donde esté el producto”
Iván Nieto y Mª José Bengoechea trabajaban en el Centro Nacional de Tecnología Alimentaria (CNTA). Más concretamente, en una línea estratégica de I+D que el centro puso en marcha hace cinco años, denominada “Calidad y Seguridad Alimentaria 4.0”. Un trabajo que, entre otras cosas, surgió como reto identificado en sector agroalimentario el disponer de información, a tiempo real, referida a calidad y seguridad alimentaria.
“Se vio conveniente poner en marcha una empresa para desarrollar y liderar el proyecto que diera respuesta a esa necesidad. Para esta aventura, se pensó en nosotros como perfiles complementarios. Por un lado, mi compañera Mª José, con un perfil técnico que se encargara de la dirección técnica, y yo, con experiencia en un proyecto anterior similar, con un perfil de gestión y desarrollo de negocio”, explica Iván Nieto.
Ahí está el origen de Nulab, startup que está tomando parte en esta edición de Impulso Emprendedor. “Queremos hacer posible algo que hoy parece imposible, y es llevar el laboratorio de análisis allí donde esté el producto. De ese modo, conseguiremos disponer de la información relativa a calidad y seguridad alimentaria en tiempo real, de una forma precisa y no invasiva, al total de la producción y en un entorno digital”, comenta Nieto.
En la actualidad, trabajan con dos tecnologías, NIR portátil (en el sector cárnico y de productos frescos vegetales) e hiperespectral (en transformados vegetales). Y ahora están inmersos en el proyecto de industrialización del primer prototipo de hiperespectral para la medición de parámetros sensoriales y predicción de vida útil en una empresa de transformados vegetales. “Proyectamos en 2021 contar con producto comercializable en ambas tecnologías”.
Pero, además, están trabajando con una otras tecnologías que den respuesta a la misión de NULAB. En concreto, en un proyecto que permita determinar presencia de patógenos en alimentos y que mejora, de forma muy significativa, los tiempos de respuesta actuales. “Es un proyecto que tiene una patente vinculada, en el que participa CNTA, el CSIC y otros actores tecnológicos. Nuestro papel se enfoca en el desarrollo de la solución final y desarrollo de mercado”, apunta Nieto.
Validación del modelo de negocio
Para Iván, el mayor valor que les está aportando su participación en el programa Impulso Emprendedor es el apoyo en la definición y validación del modelo de negocio.
“Aunque nuestro proyecto posee un grado de madurez mayor que el de otros proyectos participantes, para mí, personalmente, el programa ha superado mis expectativas. Nos ha ayudado a replantear aspectos y a reenfocar nuestra propuesta de valor”.
Por lo que respecta a las empresas mentoras, Nieto considera que todas ellas aportan mucho a las iniciativas participantes. “En nuestro caso, en particular, Viscofán, trasladando la visión de usuario final de la tecnología y, por otro lado, MTorres, que nos aporta todo su conocimiento en la fase en la que nos encontramos de industrialización del prototipo desarrollado”, concluye.
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